sábado, 20 de noviembre de 2010

Medidas contra la crisis

El gobierno había anunciado las medidas de ajuste para luchar contra la crisis y ya había adelantado las dos más controvertidas:

Se limitaría el número de trasplantes de cuerpo a tres por cerebro. La única excepción sería en el caso de políticos en ejercicio o de aquellos que lo hubieran estado durante dos años consecutivos o cuatro alternos. Esta excepción se justificaba en la necesidad de conservar en activo los privilegiados cerebros de nuestros prohombres.

La segunda medida, relacionada con la anterior, sería la eliminación de las ayudas a los trasplantados para la renovación de su vestuario personal. Se pretende con ello, que los afectados procuren escoger cuerpos con la misma talla que el anterior, de modo que no necesiten renovar por completo su vestuario y no se desechen prendas todavía en uso, con el ahorro consiguiente en fibras sintéticas (la mayoría obtenidas de productos derivados del petróleo) y naturales. Medida ésta que se enmarca en las ya adoptadas para una economía sostenible y una reducción de las emisiones de CO2.

Juan cerró el periódico y se acomodó entre los cartones que lo protegían del frío. Dentro de unas horas su compañero de banco le despertaría para que le relevase.
Se durmió pensando que quizás con estas medidas también disminuyese algo el peligro de los cazadores de cuerpos.

2 comentarios:

  1. Lo vas leyendo y te va gustando pero su final da un quiebro que te deja la cabeza cabilgando sobre el mundo real de los sin techos, lejano del mundo de los periódicos.

    Blogsaludos

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  2. No tan lejano, quizás, Adivín. Ayer mismo he visto a dos personas que pedían en la calle y una de ellas hablaba por un teléfono móvil. No hace mucho he visto a otro que leía una novela mientras un cartel a sus pies pedía dinero para poder volver a su pueblo.
    La figura de un sin techo, quizás no al uso, leyendo un periódico atrasado y en un tiempo futuro no me parece muy descabellada (salvo, tal vez, por el hecho de que siga habiendo periódicos de papel).
    De todas maneras, lo que pretendía era establecer el contraste entre las preocupaciones de los políticos (reducción de gastos, economía sostenible...) y las reales e importantes de las personas (la amenaza de que les maten para conseguir un cuerpo para alguien que se lo pueda pagar).
    Agradezco tu comentario, porque, de todas maneras, quizás el salto era demasiado arriesgado.
    Saludos.

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