martes, 27 de marzo de 2012

Érase una vez la crisis: Recuerdos, de Tony Jiménez

Recuerdos

Te conozco. Recuerdo tu corbata hortera en la que te gastaste más dinero de lo que valía. Tu traje hecho a medida, pagado con un dinero que de verdad crees haber ganado con tu esfuerzo. Recuerdo tus palabras vacías sobre enormes hipotecas que ni tú podrías cumplir. Tus vacuas promesas a pobres ancianos sobre ahorros a plazo fijo. Recuerdo tu falsa sonrisa, que inspiraba tranquilidad y honestidad a pesar de ser palabras de las que seguro desconoces su significado real. Recuerdo tu impecable lenguaje, adornado con términos que piensas sólo conocer tú; vocablos creados por personas de tu calaña para arruinar a gente humilde y poder dormir con tranquilidad al mismo tiempo. Recuerdo tu altanería, sabiendo que en estos tiempos de crisis asesina de sueños y esperanzas estás en el equipo ganador.

Y ahora te veo. Con tus zapatillas de deporte gastadas por mañanas perdidas de pie en la cola del paro. Con camisetas manchadas por bocadillos baratos devorados con ansía sin saber cuál va a ser tu próxima comida. Con el sonido tintineante de unas pocas monedas en los bolsillos de tus vaqueros roídos. Con tu cabeza gacha, ya agotada toda la arrogancia que pensabas infinita. Usando palabras que en otro tiempo avergonzaban a tus oídos aunque no saliesen de tus labios. Sin el poder ya de escupir pactos sin más contenido que el que tú querías inventar. Te veo mendigar junto a aquellos a los que engañaste para acabar en la caja de cartón de al lado.

Al final, hasta los poderosos caen. Y, ¿sabes? No lo siento. Es lo que espero.

Es lo que siempre recordaré.

Tony Jiménez

 

4 comentarios:

  1. Información Bitacoras.com...

    Valora en Bitacoras.com: Recuerdos Te conozco. Recuerdo tu corbata hortera en la que te gastaste más dinero de lo que valía. Tu traje hecho a medida, pagado con un dinero que de verdad crees haber ganado con tu esfuerzo. Recuerdo tus palabras vacías .....

    ResponderEliminar
  2. Desgraciadamente de esos se ven caer pocos, perdiendo sus hipotecadas casas y llenando las colas del paro. Desgraciadamente esos saben guardarse sus corrompidos dividendos en buenos paraisos fiscales.

    Saludos

    ResponderEliminar
  3. Arturo Fraga Salazar27 de marzo de 2012, 22:03

    Qué pena que de estos son bien pocos los que llegan a la cola del paro. Y yo desde luego, también me alegraría. Gracias por compartir.

    ResponderEliminar
  4. Estaría genial que llegase ese día para ellos, los poderosos...
    Es bueno ponerse en la piel de los otros y sentir lo que sienten.
    Me ha gustado tu texto.
    Saludos, Tony.

    ResponderEliminar

Obituario

  Lo vio en la edición digital del periódico local, su fotografía de al menos veinte años antes y a su lado la palabra obituario. No había d...